Nuevo Edén (1 de 3)
"La Firma"
Historia: RXM
I
Desde las dos naves que hacían su arribo en ese momento se sorprendieron de lo avanzado de la construcción y organización del lugar, así como de la llamativa composición arquitectónica de la capital del naciente estado de Nuevo Edén.
El vuelo desde Angalil había sido breve, y tanto los delegados de O.M.E.N. como los tres representantes de Defensores Unidos estaban ansiosos por evaluar lo que viesen en el lugar, ubicado al sur de la capital de Eria, y a algunos kilómetros al suroeste de donde ocurrió la batalla contra AHB-42 durante la guerra contra el Imperio.
Las naves se posaron suavemente en la loza del aeropuerto de la ciudad, donde ya los esperaba Destructor y un pequeño grupo de científicos de su equipo asesor. Mientras lo hacían, y viendo el asombro del joven Blackbird, Lady Star sintió la necesidad de comentarle más sobre este territorio para contextualizar su visita.
—Quizá no lo sabías porque fue durante el Mundo Antiguo, antes de que estuvieses con nosotros.. pero este lugar tiene historia…
—¿Si? ¿Por qué? —preguntó interesado Blackbird.
—Hace años, tu padre, el segundo Capitán Cometa, descubrió que aquí existía una ciudad-laboratorio secreto de Quimera Corp. La llamaban Walden Two. Experimentaban con drogas y otros proyectos genéticos secretos que causaron problemas. El villano Diamante trató de tomar el control del lugar, pero con ayuda de Maxter, el Capitán Cometa lo detuvo y destruyeron por completo las instalaciones.
Al escuchar el nombre de su padre, el joven defensor prestó la más absoluta atención, y quedó en estado de alerta. Al instante este viaje había adquirido otra connotación para él.
—Entiendo, por eso es que se encontraba práticamente abandonado… —dijo Blackbird.
—Y por eso es que no podemos tomar a la ligera que Destructor haya elegido este lugar para su "proyecto" —explicó Lady Star
—De todas formas todo parece bastante bien hecho… Se ve que han puesto bastante trabajo y bastantes recursos —agregó Nick Bradford, Megabot.
—No quiero ni imaginarme como obtuvo esos recursos… —comentó finalmente Lady Star, cuando ya debían comenzar a descender hacia la plataforma, donde la delegación oficial del nuevo estado los esperaba.
—Bienvenidos a Nuevo Edén —exclamó con cortesía Destructor al recibirlos, aunque no pudo disimular demasiado su desagrado de verlos, ni la prisa para terminar pronto con el asunto—. Con recibirlos aquí cumplo mi parte del trato, y así mis asesores pueden ir a intercambiar conocimiento con los científicos de The Wall. Ahora el doctor Frazier aquí presente les dará un tour por nuestra ciudad. Verán con sus propios ojos que no tenemos nada que ocultar.
No hubo muchas palabras más entre los presentes. La tensión se dejaba sentir con claridad, provocada por la extensa historia de desacuerdos y oposición entre los defensores y Destructor.
A continuación, el científico asesor invitó a todos los visitantes a seguirlo hacia las instalaciones de la Torre para comenzar. Destructor se hizo a un lado y comenzó a retirarse para ocuparse de otras cosas.
—Que disfruten —dijo, con sarcasmo—. Los veo más tarde.
II
El doctor Frazier ponía todo su entusiasmo en describirles cada detalle del funcionamiento de su país. Creía completamente en el proyecto y desde el primer día había destacado por ello entre los asesores de Destructor.
—Nuestro cuerpo científico de asesores incluye especialistas de distintas ramas de la medicina y la química, además de geógrafos, sociólogos, psicólogos, nutriólogos… Nuestra orientación es hacia fomentar la cooperación entre ciudadanos, la vida comunitaria; se trabaja un máximo de 4 horas al día y cada uno es libre de escoger semanalmente donde desarrollar esas horas laborales —hizo una pausa para tomar aire, y continuó—. Todos los problemas que se nos presentan se solucionan con criterios científicos. Y bueno, tenemos muchas otras cosas pensadas para aplicar en el futuro. Queremos fomentar la motivación personal para lograr la felicidad individual en tanto parte de una comunidad…
Los delegados de O.M.E.N. anotaban todos los detalles en tablets y libretas. Pero Lady Star, Blackbird y Megabot estaban un tanto cansados de escuchar a Frazier, y no notaban nada extraño hasta el momento. La líder del equipo decidió cuestionarlo para sacarlo de su discurso previamente pauteado.
—Doctor, ¿cómo es que llegaron ustedes, científicos, a trabajar aquí? Me imagino que les pagan, porque no concibo que tantas personas inteligentes le crean ciegamente a Destructor como para entregar su trabajo a sus ideas.
—No, señorita... Star… —respondió con cierto nerviosismo—. Todos somos voluntarios, y llegamos aquí porque realmente creemos en esto, en la posibilidad de un nuevo comienzo, de una sociedad mejor. Y bueno, la guerra cambió muchas vidas…
Lady Star no detectó mentiras en sus palabras y consideró razonable su última aseveración. De todas formas siguió preguntando.
—Comprendo… ¿Y no tienen un ejército o policía?
—No es necesario. En caso de cualquier amenaza, Destructor tiene el poder para defendernos. Y la policía será innecesaria si educamos adecuadamente a la población y fomentamos las normas para el bien común. Ahora, si me acompañan, en este salón a mi derecha podremos ver cómo funcionan las comunicaciones en Nuevo Edén.
Las respuestas parecían satisfactorias. Ya habían recorrido buena parte de la Torre del Conocimiento, y desde allí habían observado la organización general de la ciudad. Nada les parecía sospechoso aún, y los delegados de O.M.E.N. parecían muy interesados en toda la innovación que se presentaba frente a sus ojos.
Pero todo cambió en un instante. Apenas unos minutos después de entrar a la sala de comunicaciones, las pantallas del lugar parpadearon y las imágenes de los jardines y calles de la ciudad dieron paso a un mensaje escrito con letras blancas en un fondo negro.
"El contrato social será firmado con sangre. Nuestro Edén prosperará. Caín"
III
Mientras los defensores eran entretenidos por el doctor Frazier, Destructor decidió dedicarse a algo que le parecía más interesante y productivo que un reporte diplomático. Se dirigió a otro de los salones de la Torre del Conocimiento a recibir el más reciente informe de los geólogos y los equipos de excavación y remoción de escombros, que trabajaban explorando los niveles del subsuelo de la ciudad.
—Los hallazgos se condicen con los planos de la instalación abandonada conocida como Walden Two. Un tanto desmoronada y destrozada, pero reconocible. Si hasta los logos de Quimera Corp se encuentran aún en su lugar.
—¿Y qué hay del objeto brillante que detectaron sepultado bajo las ruinas? —preguntó Destructor.
—Estamos cada día más cerca de lograr tenerlo a nuestro alcance. Las lecturas indican una gran emanación de un amplio espectro de energías de distintas frecuencias.
—Bien. Muy bien —afirmó, satisfecho. De inmediato se contactó con la sala de comando, donde se reunía el grupo de asesores, a través del pequeño comunicador que llevaba en su casco— ¿Oyeron eso? Tendremos la energía necesaria indefinidamente, para esta ciudad y todas las que construyamos… ¿me oyen?
Del otro lado solo recibía silencio y estática, muy distinto a la emoción que esperaba escuchar. Intentó un par de veces, y no obtuvo nada. Algo andaba mal. Se acercó a la pantalla más cercana, y trató de activar el sistema de video, pero no logró que respondiera a sus comandos. De pronto, la pantalla parpadeó, y un mensaje apareció en ella.
"El contrato social será firmado con sangre. Nuestro Edén prosperará. Caín"
IV
Destructor voló con toda prisa desde el salón donde estaba hacia el centro de comando. Ubicado en el piso superior de la Torre, allí se encontraban los miembros de su círculo de asesores de mayor confianza, con quienes mantenía comunicación directa y constante. Actualmente tres de ellos cubrían el turno, a la espera del regreso del doctor Frazier.
Por ello era tan extraño que no recibiera respuesta. Eso, junto al nuevo mensaje aparecido en las pantallas de comunicación solo podía significar algo grave. Justo ahora, en el momento que recibía visitantes poco gratos. De inmediato pensó en ello y dio instrucciones precisas.
—Frazier, ¡que los defensores no se acerquen al centro de comando! ¡Mantenlos donde estén!
Apresuró su vuelo e incluso atravesó a la fuerza el piso de concreto de un par de salones para acortar el camino, hasta que estuvo frente a las puertas del centro de comando. Sintió un leve escalofrío pasajero, que le pareció eterno. Sin medir su fuerza, abrió las puertas con violencia, arrancándolas de cuajo. Dio un paso, y luego otro, y le pareció estar caminando sobre arenas movedizas.
Cuando al fin se decidió a avanzar rápido llegó hasta el mesón principal, y vio lo que temía encontrar: tres cuerpos sin vida en el frío suelo del lugar. Tras ellos, una pared que solía tener un color pálido, totalmente enrojecida con la sangre de las víctimas. Arriba, con esa misma sangre, y a lo largo del muro, otro mensaje, que leyó mientras ahogaba un grito de furia.
"El contrato social ha sido firmado. Larga vida al Nuevo Edén. Caín."
Golpeó el enorme mesón del lugar con rabia, partiéndolo en dos, y de inmediato emprendió el vuelo a toda velocidad, rompiendo también el ventanal del salón. Salió de la Torre enfurecido, decidido a parar esto, dispuesto a todo...
Continúa…
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