17.7.10

Zudo #10

Los primeros días del resto de mi vida (3 de 3)
“La Bondad de sus Corazones”
Historia: Zirijo.

I

Un relato surrealista. Mazmorras, extraterrestres, habilidades súper humanas. Lo único que quiero hacer es salir de acá, llevarme a Elena conmigo y no tener que verle la cara a este sujeto llamado “The Drainer”.

- The Drainer ha esperado mucho tiempo para este momento, Zudo – me comenta “Control”, o mejor dicho, su huésped humano – Ha pasado largo tiempo practicando sus habilidades para poder quitarte tu energía.

- Casi no puedo respirar de la emoción – dice The Drainer, mientras de su espalda se desprende una máquina que puede caminar sola.

- Mientras tienes tu festín, Drainer, me llevaré a la mujer para obtener lo que quiero – le dice “Control” a su aliado.

- ¡Elena, despierta! – grito un par de veces - …despierta por favor…

Lo que sea que tiene Drainer en su espalda se acerca, como buscando mi energía. Sube por mi cuerpo rápidamente, hasta alcanzar mi cuello, donde entierra sus dientes. Una luz brilla, desde su boca, y puedo ver una sonrisa en el rostro del bastardo.

- Eso, Zudo – dice The Drainer – Enójate…libera toda esa Energía Cor negativa… dame todo tu poder.

Me empiezo a sentir debilitado, y siento que poco a poco pierdo el conocimiento. Trato de moverme para sacarme este parásito de encima, pero las cadenas me lo impiden y el cansancio se apodera de mí.

Veo como se aleja “Control”, junto con Elena, al otro extremo de la Mazmorra. Cuando están a punto de llegar a la puerta, se siente un estremecimiento fuertísimo. Control y The Drainer ponen atención al techo del lugar, pero es el muro que está en frente de Control el que explota. Cinco sombras aparecen tras el gran estruendo.

- ¡Somos Ultra Force, que nadie se mueva!

II

Un tipo calvo, una mujer de pelo negro, una máquina hecha para combatir, un sujeto con alas y espada, y un tipo con un traje raro entran de improviso a la habitación. El primero en hablar es el sujeto calvo.

- Hemos escuchado el escándalo de “Youngstown” esta mañana, y hemos llegado hasta aquí. Exigimos una explicación – dice el tipo calvo. Una rara luz cubre sus ojos, y usa una larga chaqueta.

- Amo de los Espejos… ¿quién más podría llegar hasta este escondite subterráneo? – responde “Control” - El problema es que no creo que puedas hacer nada para detenerme, ¿no es así, “Estrella Fugaz”?

El tipo de extraño traje se lanza a toda velocidad en contra de “Amo de los Espejos”. Su mirada había cambiado. Sus ojos ya no eran vivos como cuando entró al salón, se habían vuelto opacos, sin vida. Habían pasado a manos de Control.

El Amo de los Espejos saltó, y con algunas señas separó al equipo, para no bajar la guardia.

Con el poco espacio de la mazmorra, Estrella Fugaz, como lo había llamado Control, se abalanzaba en contra del Amo de los Espejos. El tipo de alas y espada se dirigió inmediatamente hacia mí. La criatura mecánica ya había abandonado mi cuerpo, y se estaba acoplando a The Drainer, mientras soy liberado.

- Soy Halcón Dorado – se presenta el sujeto de la espada – Descansa aquí, solucionaremos esto ahora.

-¡¡Aa!!  ¡¡Tanto poder!! – exclama The Drainer, cuando lo que estaba absorbiendo mi energía se posa en su espalda – Ahora te demostraré el potencial de tu propio poder, Zudo.

The Drainer comienza a lanzar energía por sus manos, energía similar a la que podía producir Elena. Halcón Dorado esgrime su sable y se coloca en posición de duelo. La energía va directamente a él, pero él ni se inmuta. Sólo cuando las bolas de energía están a su alcance, realiza movimiento. Con la punta del sable que porta, cambia la trayectoria de la energía disparada por The Drainer.

- Calma, Estrella Fugaz, soy yo, Scream – dice la mujer del grupo. Ella trata de hacer reaccionar al ahora esbirro de Control.

- Bella mujer, hay tanta “bondad” en tu corazón, que ahora me perteneces – demanda Control, que sin hacer movimiento, hace que los ojos de Scream pasen a no demostrar emoción alguna.

- Ultrabot, encárgate de Scream – manda el Amo de los Espejos, mientras sigue esquivando las embestidas de Estrella Fugaz, que, de a poco, se hacen cada vez más rápidas.

III

La máquina llamada “Ultrabot” comienza a moverse velozmente. La mujer aspira un poco de aire y comienza a gritar. Su grito es de tal alto volumen, que alcanza una onda de choque, que destroza todo lo que se cruza en su camino. Ultrabot se mueve rápido. A pesar de las dimensiones de la máquina, logra escapar del grito sónico de Scream.

Control trata de huir con Elena en sus brazos, aprovechando el alboroto de la batalla. El poder de controlar la “bondad de los corazones”, lo convierte en un verdadero monstruo, no permitiré que escape. Me logro incorporar luego de que The Drainer se llevara un poco de esta energía que recorre mi cuerpo.

La criatura llamada Control me observa. Sus oscuros y profundos ojos atraviesan los míos, buscando algo, cualquier cosa a que aferrarse con sus tentáculos mentales. Parpadeo, y vuelvo en mí. Comienzo una carrera para lograr salvar a Elena de las manos de Control.
Los gritos de Scream alcanzan a Ultrabot, dejándolo atrapado en las ondas sonoras que salen de la garganta de la heroína controlada. La máquina emite un sonido que es anulado por los gritos de Scream.

- Se ha activado el sistema de supervivencia, maldición – exclama el Amo de los Espejos – nada moverá de su lugar a ese maldito cabrón.

La situación se hacía insostenible. Dos miembros de Ultra Force bajo control mental, uno fuera de combate, hasta nuevo aviso. El que daba las órdenes en serios problemas, y el último miembro combatiendo a manos llenas.

- ¡No le harás daño, Control!, ¡no llevarás a Elena con Smash! – grito, mientras siento que mis piernas se mueven más rápido de lo normal. Siento cómo un impulso iracundo inunda mis músculos de poder, energía y vitalidad.

La distancia entre Control y yo se acorta a cada paso que doy. Cada paso más veloz y potente que el otro. Mientras me alejo de The Drainer, puedo sentir el impulso ir hacia mi brazo izquierdo. Siento cómo la opaca hoja de la espada, nacida de un oscuro corazón, brota de mi brazo. Ahora el dolor del corte es real, pero no hay herida, no hay pérdida de sangre. Sólo dolor y enojo. Segundos me toma dar forma al escudo para cubrir mi brazo.

- No te será tan fácil, Zudo Price. ¡Tendré a Elena y tu poder! – exclama Control. Levanta el brazo de su huésped humano, el cual porta una extraña pistola. La mirada de Control se intensifica, y aprieta el gatillo.

Una onda sale del arma. La misma sensación anterior me domina en este momento. Puedo sentir en mi mente como los tentáculos de Control se abren paso por mis pensamientos, recuerdos y emociones. Mi mente es su campo de juego. Abre puertas mentales olvidadas, desata la locura dentro de mí, libera ideas y emociones fuertísimas. Pero llega a un lugar escondido. Una puerta que, poco a poco, se ha estado abriendo, desde hace no mucho tiempo. Sus tentáculos se posan sobre esta idea bloqueada, abriendo, lo que para él es el fin del juego.

- ¡¿Qué es esto!? – exclama Control – ¡¿Qué es todo esto?!

Una abrumadora cantidad de pensamientos, ideas, y por sobre todo, energía, se sueltan por aquel espacio abierto. Rechazan al intruso, lo sacan con una oleada de sombras.

- Estas imágenes venían a mí en sueños, en ensoñaciones y pesadillas. No son mis recuerdos, sino que de todos aquellos de aquellos a quienes perteneció toda esta energía. ¡Te desafío a que los tomes! – exclamo, mientras una gran ola de sombras saca a Control de mi mente.

Recobro el conocimiento y reanudo mi carrera. Con la espada alejo la pistola, y doy un salto. Un gancho de derecha hace que Control y su marioneta pierdan la estabilidad. Miro directamente al Amo de los Espejos, que se apronta a esquivar otra embestida de Estrella Fugaz, pero esta vez nuestras miradas se cruzan, y confabula un plan en menos de un segundo. Estrella Fugaz se acerca a toda velocidad, mientras que el Amo de los Espejos lo encierra en uno de sus múltiples espejos portátiles. Me busca nuevamente, y dirige al espejo en nuestra dirección. Un proyectil incandescente de luz se avecina. Alcanzo a cubrirme con el escudo, pero es Control el que recibe el impacto de la lumínica embestida.

IV

- The Drainer ha escapado– dice Halcón Dorado, luego de revisar todas las instalaciones subterráneas.

- Aprovechó el impacto lumínico de Estrella Fugaz para escapar – responde el Amo de los Espejos.

- ¿Quiénes son ustedes? – les pregunto, sosteniendo entre mis brazos a Elena.

- Ultra Force, muchacho. Somos defensores, de Eria.

- Yo... yo también soy de Eria – contesto, sorprendido - No había escuchado hablar de ustedes antes. Solo conocía a los Defensores Unidos.

- Esa es nuestra labor. Pasar desapercibidos – contesta Halcón Dorado – Ahora debemos sacar a nuestro amigo de su vehículo de guerra.

- ¿Amigo? ¿Hay alguien allá adentro? – pregunto.

Todos nos acercamos a ver a Ultrabot. Estrella Fugaz patea el vehículo tratando de encontrar respuesta. Recibe el sonido de dos golpes desde el interior.

- Podrías simplemente hablarle desde el comunicador – le dice Scream a su compañero de equipo.

- Me gusta el drama – contesta este.

El Amo de los Espejos saca otro espejo de algún bolsillo y lo deja en el piso. El héroe se mete dentro, al interior del espejo, desde donde sale unos segundo más tarde, junto a otra persona.

- ¡Uff, no saben el calor que hace ahí dentro! – dice el sujeto con el que sale el Amo de los Espejos.

- Debes hacer algunos ajustes a tu máquina, Richard – dice Halcón Dorado – no tuviste oportunidad contra Scream.

- El Ultrabot está diseñado, aparte del combate, para la supervivencia del piloto. El grito supersónico de Scream es sorprendente.

- Lo siento, Richard – se disculpa la heroína.

- ¿Qué haremos con estos muchachos? – pregunta Richard al Amo de los Espejos.

El Amo de los Espejos nos mira, y se toma un minuto para pensar.

- Muchacho, estás en deuda con nosotros – por fin dice el héroe – Y tienes mucho que contarnos sobre estos tipos. Sobre este tal Control, y su compañero, The Drainer. Vendrás con nosotros a Eria, a la base de Ultra Force.

- Aparte, podremos ayudar a tu amiga – agrega Richard.

Es cierto. Si no fuera por ellos, probablemente yo estaría muriendo en estas mazmorras, y Elena estaría siendo torturada por Smash. Les debo una, debo ir con ellos.

- Primero llevaremos a Control a prisión, ayudaremos a su marioneta, e iremos por ayuda para Elena – dice el Amo de los Espejos.

- ¿Podemos pasar por una pizza? – pregunta Estrella Fugaz, para romper con la seriedad del momento.

Sin embargo, no sé nada sobre Ultra Force, no sé nada sobre los héroes, no sé nada sobre este tal Control. Solo sé que debo ayudar a Elena, y por ella, daría la vida… ¿Podré con todo lo que conlleva esta vida, este camino…el camino del héroe?


Continúa...
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