Historia: Zirijo.
I
- Debes bañar con tu sangre el cubo, Tao Po Fu – recomendó Shaman al joven Dragón Rojo.
Ellos se encontraban sobre
la Gran Muralla China, donde, hace un tiempo el Emperador Meng Li llevó a Tao
Po Fu, para levantar al Dragón de Ladrillos, dormido dentro de esta
construcción antigua.
- ¿Así funcionó la última vez? – preguntó Karate
Girl.
- ¿La última vez? – repitió Tao Po Fu.
- No te hagas el ofendido… me sé toda la historia
– respondió ella.
- La verdad es que no lo sé. La profecía dice que
si la llave del cielo y la de la tierra se reunían alguna vez, el gran Dragón
de Ladrillos mostraría el camino al Templo del Dragón Dorado, lugar donde se
encuentra un gran poder oculto.
- ¿Y si tan solo le ordeno que se levante? –
preguntó ingenuo Tao Po Fu.
Inmediatamente seguido de la pregunta, la construcción
tembló por completo. Todos sorprendidos se sostuvieron de donde pudieron para
no resbalar o caer. En los ojos de Tao Po Fu había un brillo rojizo arcilla.
- ¿Qué está pasando? – preguntó Tetsu no Samurai,
a gritos, por el gran estruendo que generaba el movimiento de la gran muralla.
- Tao debe haber generado algún tipo de lazo
psíquico con la conciencia del Dragón-Muralla – respondió Shaman – ¡Esta cosa
realmente se está levantando!
El rostro de un gran y poderoso dragón se
levantaba de la tierra y se elevaba por el cielo de China. Un gran rugido salió
de su hocico al estar ya a más de cien metros del suelo.
- El “Dragón-Muro” pregunta: “¿Qué hacemos ahora?”, Shaman – dijo Tao
Po Fu.
- Al norte, Tao. Vamos a impedir que los invasores
sigan haciéndonos daño.
II
- ¡Hay que acorralarlos! – ordenaba Liu Fung Dae a las Mil Cabezas del
Dragón – ¡Hay que rodearlos para que se queden sin espacio!
- Sú Fù,
necesito los pergaminos de explosión – ordenó nuevamente el Dragón Blanco – Están en el templo.
Cuando regreses quiero que vueles la base del risco.
- Bien – dijo Sú Fù, desapareciendo al instante.
- ¡Cabezas del Dragón! ¡Muevan a las máquinas a la
base del risco! – ordenó luego.
Moviéndose con rapidez, los monjes de la orden
golpeaban y dirigían a las tropas invasoras. Pero era difícil. Los soldados de
metal no daban pie atrás, y las bajas que sufría la orden de las cabezas del
Dragón eran demasiadas como para hacer que retrocedieran.
En ese instante, a un costado, los invasores
sintieron que algo hacia ingreso a su radar, y era muy rápido. Cambiando de
formación, Dragón Blanco dedujo que era Sú Fù acercándose.
Cambió su cinta del Ying Yang a la parte negra,
dejando salir toda su furia y resentimiento. Derribó a varios, pero no logró
impedir que hirieran a Sú Fù, haciendo volar solo una parte del risco y
haciendo un daño insignificante a la formación enemiga.
Sú Fù estaba tirada en el piso y a punto de ser
cercenada por las fuerzas enemigas, pero cuando Dragón Negro la alcanzó, el
sonido inconfundible de una katana chocando con el metal detuvo al enemigo.
- ¿Tetsu no Samurai? – se preguntó en voz alta Dragón Negro.
Pero no era Tetsu no Samurai, ni ningún miembro de
Guardianes de Oriente. Eran decenas
de los “Death Soldiers” del Emperador Meng Li, atacando despiadadamente a los
invasores.
Liu alejó a Sú Fù del campo de batalla, y al
alejarse comprendió las dimensiones del enfrentamiento. Una oleada de las
fuerzas de choque de Meng Li estaba masacrando a los invasores. Eran cinco
contra uno, y la lucha no duró más de dos horas.
Cuando todos los enemigos fueron derribados,
simplemente los “Death Soldiers” ignoraron a los monjes sobrevivientes, junto
con Dragón Negro y Sú Fù.
- ¿Te encuentras bien? – preguntó Liu, al cambiar
nuevamente el lado de la cinta, siendo ahora Dragón Blanco.
- Sí, la herida es menor que la de la vez pasada…
– respondió Sú Fù – Pero lo importante es saber de qué se trata todo esto.
- No lo sé, Sú Fù, pero creo que le debemos
nuestra vida a Meng Li…
III
Desde las alturas todo se veía diminuto.
- Así es como deben ver a los hombres los
dragones… – se dijo en voz alta Tao Po Fu, tan alta como si hablase con
alguien.
Un rugido fuerte alertó a quienes montaban al Dragón-Muralla.
- Él dice que las tropas invasores están muy cerca
de la frontera – dijo Tao, agregando – Yo también puedo verlos.
- Bajemos entonces. Que el Dragón se encargue de
ellos – propuso Shaman.
Y bajaron. Con furiosas llamaradas, el Dragón-Muralla
atacó los campamentos de los soldados invasores. Con su gigantesco y extenso
cuerpo aplastó y arrasó con gran cantidad de ellos, sin siquiera hacer un gran
esfuerzo. Los que lograban subir a la espalda del Dragón eran vencidos por los Guardianes
de Oriente, y lanzados nuevamente fuera de él.
- Cuando acabemos con todos los invasores, debemos
volver al Templo de las Mil Cabezas del Dragón. Hay que asegurarnos que Liu Fung
Dae se encuentre bien – dijo Shaman.
- Bien, le diré al Dragón que nos lleve allá luego
– respondió Tao Po Fu, serio.
IV
En Beijing, las fuerzas militares combatían contra
los Pershings con todo el arsenal militar que disponían. Los “tanques humanos”
avanzaban sin tregua, haciendo temblar las defensas chinas, hasta que los
“Death Soldiers” de Meng Li llegaron.
Una oleada de cyborgs controlados a distancia se
abalanzaba contra las unidades estadounidenses de ataque, superándolos en
número de diez a uno. Fue otra masacre.
En cuanto todos los Pershings fueron eliminados,
los “Death Soldiers” escoltaron hasta la base en terreno del General en Jefe
del Ejército Chino, a su amo.
- Señor General, quiero darle las gracias por
proteger mi ciudad de la amenaza estadounidense – le dijo Meng Li al General – Pero
he hablado con el Ministro de Defensa, y creemos que las medidas tomadas por el
Primer Ministro no son las mejores para una situación como esta.
- ¿Quién es usted? ¿Cómo ha entrado a este lugar?
– preguntó sorprendido el General.
- Le tengo una propuesta que no podrá rechazar –
dijo Meng Li, dando una seña. Fu, el “Feroz Tigre”, tomó por la garganta al
general en jefe, obligando a mirar a Meng Li. Este último abrió sus ojos de una
forma inusual, y comenzó a hablarle muy lentamente.
- Amo, ordene – respondió el General, luego de dos
horas de haber mirado y escuchado a Meng Li.
V
Las Mil Cabezas del Dragón ya habían llegado a su
morada cuando por los cielos surcaba el
“Dragón-Muralla” con el resto de los
Guardianes de Oriente.
- ¿Esa es la Gran Muralla? – preguntó Liu Fung Dae
al ver que Tao Po Fu, Shaman, Tetsu no Samurai y Karate Girl bajaban del Dragón-Muralla
- ¿Me pueden explicar qué está pasando?
- Yo puedo hacer eso – dijo Shaman – Yo fui el que
obtuvo de regreso la Llave del Cielo, pero para recuperarla tuve que darle el
control de su ejército a Meng Li.
- ¡¿Tú fuiste el que robó el control de la cámara?!
– preguntó indignado Liu.
- Liu, tienes que reconocer que nos salvaron la
vida – interrumpió Sú Fù, saliendo del Templo, con vendas cubriendo sus
heridas.
- ¡No se dan cuenta que le han devuelto a ese
lunático un ejército completo para hacer lo que se le plazca! – exclamó Liu – Nadie
sabe qué es lo que puede llegar a hacer para lograr lo que quiere…
- Creo que es demasiado tarde, maestro – dijo un
monje, acercándose con un mensaje abierto y encriptado.
- Ese es el código de Koi… – dijo Tetsu no Samurai – Yo puedo leer esto: “Ha sucedido algo terrible. Amigos les pido
perdón por ayudar a que esto pasara. Lo siento”.
De inmediato Liu Fung Dae encendió un televisor,
rodeado de todos, para ver si lograban enterarse de algo más. Lo que oyeron y
vieron dejó a todos paralizados.
“Luego de la
fallida misión de invasión por parte de los Estados Unidos, las tropas del Ejército
Chino han ocupado las calles de cada gran ciudad del país, acompañados de cyborgs
armados con katanas. El Ministro de Defensa, Chi Ku, junto con el General en
Jefe, han declarado un golpe de estado contra la actual administración, aduciendo
inconformidad con la forma en que el gobierno enfrentó la crisis internacional
y el radical movimiento militar estadounidense.
Una misteriosa figura lidera
la mesa de gobierno transitorio. Es llamado Meng Li, y goza de gran popularidad
en el norte del país, como figura política y caudillo de masas. Este personaje
ha llamado como “La Dinastía” a la mesa directiva temporal, conformada por
personas de su exclusiva y absoluta confianza. Es lo que podemos informarles
hasta ahora…”
- ¿Qué es lo que hacemos ahora? – preguntó Karate
Girl.
- Luchar – dijo Tao – No permitiremos que Meng Li…
- No, espera… – dijo Liu.
- No, espera tú – respondió Tao Po Fu – No podemos
ser tan pasivos como hace poco. Mira, si hubieras tomado una decisión antes, no
hubieran muerto tantas cabezas de Dragón. Liu, fuiste un cobarde y perdiste a
la mitad de todos nuestros compañeros… Esta masacre es tu culpa Liu, y no creo
que las cabezas del Dragón quieran que sigas dirigiéndolas…
- ¡Hey! ¡Cuidado! – apareció gritando un monje – Decenas
de soldados y “Death Soldiers” se dirigen hacia acá.
- ¡¡Todos al Dragón-Muro!! – ordenó Tao Po Fu,
luego de una mirada de desilusión hacia Liu.
Todos subieron, menos el Dragón Blanco/Negro.
- Yo me quedaré contigo Liu, no tienes que hacer
esto solo – dijo Shaman, bajando del Dragón-Muro.
- No, Shaman, ya no confío en ti. Robaste cosas
del templo, y armaste todo un plan a mi espalda. Expusiste a Tao a la tortura
de enfrentarse a lo que le sucedió en la muralla nuevamente – respondió Liu,
mirando al suelo – No, Shaman, vete con ellos… es lo mejor.
El Dragón-Muralla se alejaba en el cielo con el
resto de Guardianes de Oriente sobre él. Y Liu Fung Dae quedó en el patio del Templo
de la orden de las Mil Cabezas de Dragón, solo, con la cinta del Ying Yang en su
mano.
- Somos tú y yo de nuevo, cinta… solos tú y yo –
dijo Liu, atando la cinta por el lado blanco.
Fin del primer Volumen.
Epílogo.-
Cuando las tropas de Soldados y de “Death
Soldiers” entraron al Templo de las Mil Cabezas de Dragón, este se encontraba
vacío y abandonado. Meng Li en persona entró en el lugar, dirigiéndose
directamente al “Cuarto de los Secretos”.
- Hoy ha sido un gran día, Fu. Repelimos a los
invasores, nos apoderamos de China por fin, y nos hicimos de todos los secretos
que Liu Cho guardó de mi todo este tiempo – dijo Meng Li a su escolta.
- ¿No está preocupado, Emperador? – le preguntó Fu
a su señor.
- No, Fu. Mira, cuando algunos Imperios fracasan, otros se levantan…
Continúa en
“Imperio” #7…
-
Gracias por leer las entretenidas historias de Dragón Blanco/Negro,
Sigue disfrutando de las interesantes historias del Universo Mirox!!
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