13.6.12

IMPERIO #3

“Irrupción”
Historia: Zirijo & Rodrigo Roa.

I

La entrada a RadioGen no fue complicada. A eso de las tres de la mañana, se hacía un cambio de turno rutinario. Eso lo sabían Black Cat y Awol. Ellos formaban parte de los Hijos de Perseo, y la información era la fuente de su fuerza.

Interrumpir la señal de las cámaras de seguridad también fue fácil. Instalar un dispositivo de distorsión de onda de video no fue complicado, y sólo tuvieron problemas con la gran cantidad de insectos que rodeaban al laboratorio. La maquinaria era algo sensible, pero nada que no pudieran manejar.

- El informe de inteligencia dice que las cargas con material biológico desconocido venidos de todo el mundo llegan directamente aquí, sin pasar ninguna aduana ni control - decía Black Cat a su interlocutor por el transmisor remoto.

- Hackear la computadora de Ultra Force valió el esfuerzo. El perfil psicológico del Amo de los Espejos arrojó que era esperable que estuviera investigando las cargas – respondió Maverick, al otro lado del comunicador.

La cala en la que se encontraban, estaba en el corazón del edificio de la corporación RadioGen, en New York, donde realizaban sus experimentos. Aquí fue donde Shark fue visto por última vez.

- Entremos – propuso Black Cat a su compañero de operaciones, el cual terminaba de instalar otro dispositivo, para desactivar el seguro electrónico de aquella sala.

La puerta se abrió luego de una avalancha de códigos disparados por el aparato. Al entrar se encontraron con un laboratorio bioquímico, repleto de utensilios, computadoras e… insectos.

Awol, al igual que Black Cat, se colocó una máscara purificadora de aire, por precaución. Dentro ya, tomaron algunos papeles que se encontraban sobre el escritorio principal.

- Toma las fotos que sean suficientes, necesitamos que el documento llegue integro a las manos de Maverick – ordenó Black Cat, desde la entrada, vigilante.

- Estoy recibiendo las fotos – dijo Maverick, mirando la pantalla mientras su sofisticado computador procesaba las imágenes y las transformaba en información – Las cadenas de ADN que describe el informe, coinciden con las del Ébola Vastitas – reveló.

- Hay más papeles – dijo Awol, introduciendo su mano en la profunda gaveta, y luego leyéndolos – Pero están completamente encriptados.

- Envíalos de todos modos – ordenó Maverick.

Las fotografías fueron procesadas una vez más, y la computadora, luego de un esfuerzo del software, logró desencriptar la información que contenían.

- Esto… es parte de una solución química… comparte la codificación genética del Ébola Vastitas, pero es diferente – dijo Maverick, sorprendido – Esto podría ser una Cura… – continuó.

- Estoy buscando el resto de los archivos – dijo Awol, inspeccionando las demás gavetas del escritorio… pero lo único que encontró fueron hormigas… una colonia completa de ellas.

- ¡¿Qué es esto?! – exclamó Awol sacando su mano plagada de hormigas gigantescas… marabuntas sudamericanas.

- Es nuestro sistema de seguridad auxiliar… – dijo alguien desde parlantes ubicados en el techo del laboratorio.

- ¡Mierda! Hay que salir de aquí – dijo Black Cat a Awol, que estaba en problemas. Se oyó un sonido en la puerta y Black Cat vació una carga completa de balas en contra el muro.

Los insectos comenzaron a poblar el laboratorio con rapidez, saliendo de todos lados, gavetas, la puerta, sistema de ventilación… los insectos lo poblaban todo.

- Activa Protocolo de Imitación, Sujeto 088: Oyster – dijo Black Cat, cubriendo su traje con una cobertura rígida y muy resistente.

¿Pero estaban preparados para esto?...

II

“En realidad, nadie lo estaba. Nadie estaba preparado para lo que venía.

El primero en establecer una política clara, y una respuesta al “Ultimátum”, fue Rusia, seguido por el bloque comunista asiático.

Mientras, los estadounidenses hicieron la presentación en sociedad de su grupo “The All-Americans”, paseándose triunfantes por la Plaza de Mayo. ‘El triunfo absoluto sobre los comunistas’, dijeron algunos.  Otros pusieron sus ojos sobre China, y ahora mismo la gran nación de Oriente se encuentra sitiada, a la espera de lo que pueda pasar.

El ejército médico del que presumían los norteamericanos tiene nombre. Fueron bautizados como “Pershings”, como los tanques, pero son, hasta lo que sabemos, robots… tanques de asalto.

Chile causó un revuelo increíble en el resto de América. Colombia y Panamá también accedieron a entregar su soberanía a Estados Unidos, pero las personas no se hicieron esperar y salieron a las calles, a pesar de la peligrosidad del virus Ébola Vastitas. Ellos han usado a sus propias fuerzas militares para aplacar el fervor popular. Todo está en caos allá.

Lo mismo pasa en Medio Oriente. Allá los Pershings han hecho explotar las bases de extracción de petróleo, haciéndose de ellas y estableciendo un perímetro seguro de transporte por el Mediterráneo. Italia ha caído, España ha caído, Portugal, y Grecia también han sido arrastradas al “Imperio” que pretenden instaurar los norteamericanos. Francia está en el dilema, franqueada por todos lados, e Inglaterra ha aceptado el “beso de la muerte” ofrecido por los estadounidenses…”

III

- Y qué esperas que haga al decirme todo esto – respondió Destructor al terminar de oír a Pimpinela Escarlata.

- Esperaba que te dieras cuenta de la situación del mundo, Destructor – dijo Pimpinela, un tanto inquieto – No eres al primero que acudo, ni creas que ha sido fácil encontrarte...

- Entonces vuelve con ellos… – le respondió Destructor – A decir verdad, esta conversación me parece aburrida.

- No estaría aquí, si no hubiera golpeado todas las puertas antes… Eras la última opción. He tratado de contactar a ese que llaman “The Outsider”, quien coordina en secreto a los Hijos de Perseo… pero no he logrado superar la barrera de sus ayudantes… es realmente un fantasma vivo – dijo Pimpinela Escarlata, afligido. – Luego, usé todas mis influencias y contactos para encontrarte, porque sé que puedes ser la solución a todo esto…

- Me estas empezando a molestar… Sólo por el respeto intelectual que siento hacia ti, te he escuchado… ahora, vete, si es que no quieres terminar siendo cenizas junto al mundo – amenazó Destructor.

- Está bien Destructor, pero no digas que no vine a advertirte. Cuando Estados Unidos sienta que eres una amenaza, vendrán y te atacarán con sus All-Americans… o con algo peor, y estarás solo, ya que no quisiste escuchar al que alguna vez te ofreció su mano… – dijo Pimpinela Escarlata, indicando con el dedo a Destructor, y luego dirigiéndose a la salida del lugar.

Destructor quedó sumido en sus pensamientos. Analizando qué es lo que podría suceder… ¿Qué es esto? ¿Un ataque, o una oportunidad?

Antes de abandonar el lugar, Pimpinela Escarlata susurró algo que no escapó al oído de Destructor.

- El mundo está condenado…

IV

“… Todos estamos condenados.” – dijo alguien que apareció por televisión. A estas alturas en las estaciones satelitales, solo quedaban trabajando quienes sentían verdadera vocación por el trabajo, aquellos que no tenían familia, o simplemente esos que no pierden ninguna oportunidad para obtener su minuto de fama.

Otros se encontraban en las calles, protestando y exigiendo respuestas, a pesar del contagioso Ébola Vastitas… Y los demás estaban escondidos en sus casas, rezando por no ser infectados. Cuidando a sus seres queridos, o aterrados por el miedo. Una de esas era Camille Sanders, “Lady Star

La heroína seguía confundida luego del allanamiento que el FBI había realizado hace unos días a su hogar. La habían despojado de todo. Su participación en el “Proyecto de Seguridad Mundial”, y la colaboración entre Estados Unidos y Eria, había terminado, y el catalizador de sus primarias habilidades psíquicas fue tomado de vuelta.

Hizo varios esfuerzos para usar sus poderes, pero no lograba más que mover vasos, o las cosas que estaban más cercanas. Ella estaba devastada. Se sentía inútil, incompleta. Trató de comer algo, pero no tenía ni las ganas ni el apetito, lo hizo por compromiso.

El Sol comenzaba a esconderse en Los Angeles cuando Camille Sanders miraba por la ventana escuchando los disturbios que se producían allá en la calle.

No se había cambiado de ropa desde el allanamiento, no le veía el punto. Decidió encender la televisión para oír algo más que las sirenas y los gritos. Varias cadenas no transmitían, y solo ATV estaba activa. Estaban transmitiendo en vivo desde las manifestaciones.

- ¿Qué es lo que hace aquí? – preguntaba el periodista encargado del despacho de la nota a una anciana, que se encontraba en las manifestaciones.

- Estamos protestando para exigir que nos escuchen – respondió la anciana – Queremos que respeten nuestras decisiones. Nosotros salimos a la calle para no ser pasados a llevar.

- ¿Se siente olvidada por los políticos… por el presidente? – preguntó luego el periodista.

- Si… nos sentimos olvidados, por ellos, nos sentimos burlados… se vienen a reír de nosotros al creer que queremos ser reyes del mundo… nosotros somos ciudadanos, tenemos tener opinión, y queremos que se respete la identidad propia y la historia de cada nación del mundo.

- Muchas gracias, señora… - alcanzó a decir el periodista antes de ser interrumpido por la anciana que entrevistaba.

- Nosotros no tenemos poderes… no podemos volar, ni derribar edificios… pero estamos aquí luchando, exigiendo lo que corresponde…

Lady Star se sorprendió. Cómo es que una persona que no tiene super fuerza, amuleto alguno, ni tecnología avanzada, en definitiva, una persona común y corriente, podía oponerse a la decisión de Estados Unidos. Cómo es que ella era más valiente que la heroína, que había enfrentado a más amenazas que ninguna otra… cómo.

Camille Sanders se levantó del sillón, y pensó. Salió al balcón de su departamento. Miró unos automóviles estacionados abajo. Los miró fijamente. Se concentró. Buscó en su mente lo que le hacía sentir la máscara que ampliaba sus habilidades naturales. El auto comenzó a temblar. Rebotaba en el estacionamiento. Su alarma se activó de inmediato. Y luego se levantó por los aires. Un piso, dos pisos, tres… hasta el piso donde se encontraba ella. Camille Sanders soltó una lágrima de orgullo. Era algo que no había intentado hacer antes: usar sus poderes naturales. Ella sonrió.

V

- ¿Cómo puedes sonreír en una situación como esta? – le preguntó Cóndor a Relámpago, ambos miembros del equipo S.O.S.

- Es una reacción nerviosa, Cóndor… no puedo evitar sonreír cuando estoy bajo estrés – respondió el líder del grupo.

- ¿Ya llegó el helicóptero? – preguntó Guerrero Austral, en la casa de campo de Relámpago, a las afueras de Mendoza, Argentina.

- Somos los primeros en llegar – dijo Weichafe – Falta el winca y la lagmien.

- El helicóptero fue a buscarlos, primero a Espinas, y luego a Dama Sol – dijo Relámpago, aún sonriente.

El sonido del helicóptero enviado por Relámpago se sentía cada vez más cerca, y era Pablo Espinoza, Espinas, quien se aproximaba.

- Lo siento, muchachos… no quería dejar a mi madre sola… las cosas en Santiago se han puesto complicadas – se excusaba el joven, vestido como defensor.

Luego de un par de minutos, todos se percataron de la vibración en el suelo. Eran como pequeños movimientos telúricos. Todos salieron de la casa de campo y vieron como se acercaba alguien.

Era una figura, un hombre fornido, que saltaba y se veía a lo lejos. Traía con él a una mujer. Dama Sol.

- Creo que no será necesario traerla – dijo Relámpago.

- ¿Quién es el que la trae? – preguntó Guerrero Austral.

- Los del norte lo llaman Black Force – respondió Relámpago, tranquilo.

Todos recibieron con amabilidad al extraño, dada la confianza que Relámpago demostraba. Comentaron la situación y nadie sabía qué decisión tomar.

- No se arriesgarán a atacar Venezuela directamente – decía Relámpago – Chávez no dejará triunfar así a los “gringos”, no sin pelear.

- ¿Qué hacemos entonces?  - preguntó Espinas.

- Pelear – sentenció Black Force – Entramos en Venezuela y ponemos a salvo las personas.

- Ellos quieren el petróleo de Venezuela… lo que hay que hacer es proteger las plantas extractoras… – dijo Dama Sol

- Ellos ya están en Panamá – agregó Cóndor. – Desde Ecuador seguimos los pasos de las tropas estadounidenses desde hace tiempo.

- Entonces nos movemos rápido hacia allá, no hay tempo que perder – dijo Guerrero Austral.

- Entonces, vamos – dijo Relámpago – ¡S.O.S. responde al llamado de emergencia!


Continuará…
-

No hay comentarios: