21.11.09

Los Inmortales #3

“Eternidad adelante”, Cuarta Parte.
Historia: Diego Arévalo.

I

Los niños vieron como todo pasaba en un abrir y cerrar de ojos, y aún así alcanzaron a lanzar un grito desesperado e impotente mientras veían morir a Boom. Sus ojos no podían mostrar más horror, tanto por ver morir a un amigo frente a sus propios ojos, como por el temor a lo que Kao les fuera a decir. Sin embargo tenían otro miedo aún más grande: ¿Qué tal si Carl no desaparecía como debería hacerlo un inmortal, para luego reaparecer vivo sin un rasguño, y esta vez, sólo… moría?

Kao, por su parte, despertó de su corta siesta, agitado y oprimido como ya lo había sentido antes. Tenía el lejano recuerdo de esa sensación, acompañada de un presentimiento muy fuerte que lo atemorizaba.

- Algo que no debía pasar pero que sucedió de todos modos, ¿cierto? – se oyó decir al Agonizante en un tono que de verdad mostraba preocupación

- Parece que así fue – respondió Dave, poniéndose de pie.

- Será mejor que vayas a ver.

- No es necesario que me lo digas – respondió un poco molesto Kao, no por la intromisión del Agonizante, sino más bien porque tenía la certeza de que no era nada bueno lo que acababa de suceder, y por otro lado, odiaba que el Agonizante tuviera la razón.

Bajó a la tierra, y se puso a buscar algo fuera de lo común, algo que no pasara comúnmente. Notó en su búsqueda que había un accidente, pero eso no era nada extraño, no había señales de algún desastre, ni de alguien o “algo” atacando nada… de modo que siguió buscando, alejándose cada vez mas del accidente que era lo que realmente debió haber revisado.

II

Mientras tanto, los niños mantenían su mirada fija en el cuerpo de Carl. A estas alturas, el que Boom hubiera muerto era irrelevante, lo que los mantenía tensos era la incertidumbre de si iba a revivir o no. No habían visto ni sabido de ningún inmortal que hubiera desaparecido y vuelto a la vida, desde que despertaron. Por ese mismo motivo es que se relajaron tanto y quedaron tan aliviados una vez que Carl desaparecía ante la mirada atónita de la gente que se había reunido para mirar el accidente. Los chicos se miraron, y ese gesto fue suficiente para saber lo que el otro estaba pensando: mejor se iban de ese lugar y esperaban escondidos a que Boom despertara.

Por su parte, Kao daba vueltas y más vueltas, buscando algo fuera de lo normal y seguía sin encontrar nada. Ya aburrido, mosqueado y enojándose cada vez más por lo infructuosa de su búsqueda se puso a pensar, “¿qué fue lo más raro que ha pasado en este rato?”. Trató de calmarse un poco, y recordó: un incendio ya controlado por bomberos, un accidente de tránsito, una persecución en auto… nada muy inusual para la cuidad más grande de la zona. Así que se decidió por revisar cada uno de estos tres incidentes, y ver si en alguno encontraba una pista. El más cercano era la persecución, tomó velocidad y voló un poco sobre el auto que era perseguido, pero no reconoció al tipo ni halló nada inusual o familiar tampoco, así que se retiró. Sin embargo el fugitivo vio a Kao volar sobre su cabeza, y perdió el control, estrellándose contra la barrera de protección a un lado de la autopista.

Lo que seguía era el accidente de tránsito, cerca de uno de los centros comerciales de la ciudad. Bajó un par de cuadras, alejado, para no llamar la atención, y caminó a paso rápido hacia la muchedumbre. Ahí vio los dos buses detenidos, los choferes siendo interrogados por la policía, y por supuesto los curiosos. Pero no veía a nadie conocido ni familiar. Se retiraba, cuando reparó en que no había choque, que todo indicaba que alguien había sido arrollado, pero tampoco estaba el cuerpo, lo que era extraño, ya que generalmente debe llegar un detective al menos, pero no había nada de eso. De pronto se iluminó, y se dio cuenta de lo que había sucedido: alguno de los inmortales había sido arrollado, y había muerto, y por ende, desaparecido.

La pregunta era quien había sido. Podría ser alguno de los secuaces de Dark, lo que era igualmente engorroso, ya que éste lo despertaría inmediatamente. Si era alguno de los suyos sería conveniente que fueran o X o Y, ya que Boom era muy inestable, y Vuelo querría ver a su hija…

Pero darle vueltas a eso en este preciso momento no tenía mucho sentido, ya que fuera quien fuera, ya habría recordado todo. Lo único que podía hacer ahora era esperar a que apareciera aquel inmortal. Sólo entonces daría el próximo paso.

III

Los niños, por su parte, escondidos en el callejón más cercano, miraban asustados lo que pudiera pasar. Phil que era al que menos le preocupaba la situación, en su distracción, notó que Kao había llegado, y ahí realmente se asustó.

- Duncan, llegó tu papá...

- Ya lo había notado... Me temía que fuera a pasar esto...

- ¿Qué vamos a hacer? - preguntó Phil, extrañado por la calma que mostraba su compañero.

- Mira, hay una exhibición de deportes extremos hoy. Van a estar Riesgo y Adrenalina... hagámonos los tontos, y vamos a ver eso… así mi papá no va a sospechar de nosotros

Phil asintió con la cabeza y se retiraron por los mismos callejones para pasar inadvertidos. Duncan pensaba que tal vez esto no sería mucho problema. De todos modos era Boom el que había muerto, y si ya había desaparecido, quería decir que todo estaría bien. Pensando en eso, se despreocupó y siguió su camino dispuesto a disfrutar del espectáculo al que iban.

Mientras los chicos se retiraban, la gente empezó a dispersarse, y Kao notó que la silueta de Carl empezaba a aparecer en el asfalto. Decidió actuar rápido, y corrió eludiendo a los sorprendidos policías, se inclinó sobre el ya más visible Boom, puso su mano sobre él, y se transportó a la mansión.

- ¡Wow! Eso fue rápido – se burló la voz del Agonizante cuando ambos aparecieron en la sala de estar.

- Cada vez eres menos creativo para tus burlas – le respondió un molesto Kao.

- No te pongas tan sensible, no era para que te enojaras tanto – contestó el Agonizante, mientras su voz se desvanecía dejando ver que no quería seguir molestando.

- ¿Qué fue lo que pasó? - preguntó Boom, mientras despertaba.

- Ah, despertaste. Bueno, básicamente todos nosotros habíamos perdido la memoria. De hecho, aún no tengo muy claro el porqué desaparecimos luego de la Última Guerra.

- ¿Y por qué vengo a estar consciente sólo ahora?

- La verdad es que no estaba seguro de cómo hacerles recuperar sus recuerdos, ni sabía si aún eran inmortales, pero me acabo de dar cuenta de que por lo menos eso aún lo mantienen.

- Ya veo... - dijo Carl mirando a su alrededor – Hay algo raro en la casa...

- Sí, es que el Agonizante se tuvo que fusionar de alguna manera con ella para que sus hechizos y cosas permanecieran. Yo creo que eso también influyó en que nosotros aún tengamos nuestros poderes. Bueno, ahora que lo pienso no debería confiar mucho en lo que él diga...

- Esto... es muy confuso – acotó Carl, luego de un largo silencio – Creo que bajaré a despejarme un rato...

IV

Kao lo notó un poco ensimismado y deprimido. Pensó que tal vez sería bueno dejarlo pensar un rato en las cosas que habían sucedido, y no le dio mucha vuelta. Se sentó un poco más relajado, después de ver que no era tan grave el hecho de que fuera Boom y no otro el que había despertado. Lo vio marcharse y se despreocupó.

- Te noto demasiado relajado – dijo el Agonizante, haciendo notar que había escuchado todo.

- La verdad es que no había para qué tomarse tan a pecho este miedo. Al final no parece que fuera a ocurrir nada malo.

- ¿De verdad lo crees así?

- Eres muy aguafiestas, ¿sabías?...

Kao se puso de pie y se retiró a la sala donde entrenaban, para distraerse un rato, mientras que escuchaba la risa del Agonizante, desvaneciéndose. Comenzó a golpear un saco, al tiempo que de verdad empezaba a preocuparse.

- Realmente sabe como arruinar los relajos, este tipo...

Boom caminaba por las calles sin rumbo fijo, pensativo y cabizbajo. Él conocía lo suficiente a Kao como para darse cuenta de que le estaba ocultando algo. No era muy agradable pensar que la persona que se supone es tu amigo, no confía en ti. Además, ¿por qué se lo llevó tan rápido del accidente? ¿Qué estaba tratando de evitar? Tanto pensar lo puso tenso, con ganas de hacer algo para liberarse. Recordó que no había revisado si aún tenía sus poderes, y se concentró. Inmediatamente apareció su espada en su mano. La tomó, y sintió como su poder fluía de nuevo a través de su cuerpo... y gritó hacia arriba, rompiendo vidrios y haciendo temblar los edificios a su alrededor. Sonrió, y siguió su camino con una nueva idea en su mente.

V

No muy lejos de donde se encontraba Carl, un tipo corría y se escondía en las calles para recuperar aliento. Una vez hecho eso, se empezó a reír y sacó del bolsillo un fajo de billetes desordenados que había robado hacía poco. Empezó a caminar de nuevo, esta vez más tranquilo, después de confirmar que nadie más lo seguía.

Iba muy relajado, pensando en que tal vez compraría unas ropas nuevas, y comería algo refinado, sólo por diversión. Tan despreocupado iba, que lo que escuchó lo hizo temblar de miedo. Pero a la vez era interesante, y su curiosidad lo impulsó a ir a ver. Corrió hacia donde creyó venía el sonido que acababa de oír, y se encontró con un tipo fornido que sonreía maliciosamente a la vez que caminaba despreocupado por la calle.

Este sujeto no lo había visto aún, así que se decidió a hablarle, un poco nervioso aún, por no saber qué había sido ese ruido, y con la leve impresión de que ese tipo tenía mucho que ver con el suceso.

- Oye, amigo… – el ladrón lo vio darse vuelta y prosiguió – ¿Viste qué fue ese ruido de hace poco? Estoy seguro que fue por aquí...

- ¡Mira con quien me vengo a encontrar! - exclamó el tipo, interrumpiéndolo – Si no es Robin Rodd...

- ¿Cómo sabes mi nombre? - lo interrumpió el aludido – ¿Te conozco, acaso?

- Se podría decir que sí. Me conoces como Boom – Carl dijo esto al tiempo que alzaba su espada y lo apuntaba con su filo – Y tú no debes recordar quién eres, ¿cierto?

- No, y no te recuerdo a ti tampoco...

- No deberías... así que te ayudaré a que recuerdes. Ah, por cierto; yo sé quien hizo ese ruido: fui yo - dicho esto, gritó de nuevo, enviando a Robin contra un árbol.

Robin sintió cómo su espalda se golpeaba contra el grueso tronco, y rompía un par de costillas. Cayó semi sentado sobre el suelo, y se reincorporó instintivamente, apoyándose contra el mismo árbol. Levantó la vista para ver a quien lo atacó, y lo último que vio fue la sonrisa sarcástica de Boom, tras la espada que se dirigía hacia su cuello…


Continuará...
_

No hay comentarios: