13.6.09

Extincion #4

“Adagio” (2 de 2)
Historia: Zirijo.

I

Eria, América.

- No sé si pueda aguantar más – decía Dama Sol a Relámpago, mientras concentraban calor alrededor de Tornado, ahora conocido como el Elemental del Aire.

- Aguanta Dama Sol, es nuestra única esperanza.

Blackbird estaba preocupado por la situación de Snowstorm, ya que Tornado le había quitado el oxígeno, dejándola a punto de morir. Blackbird se alejó un poco del grupo, y se refugió del viento, para no ser arrastrado.

- ¿Te encuentras bien? – le pregunta Blackbird, con gritos, a Snowstorm, que ya empezaba a respirar normalmente.

- ¿Qué pasó?... vi a Chris, una ráfaga y luego… la oscuridad – respondió a duras penas la heroína.

- Creo que tenemos un problema…. Tornado está vuelto loco, y no creo que quiera que lo llamen Chris nuevamente – comentó Blackbird a la recién recuperada defensora.

- ¡No está funcionando! – decía a gritos Relámpago, que emitía fuertes descargas entre sus manos, para poder calentar el aire.

- ¡Prueba un poco más fuerte! – respondió Ugly Boy, que observaba con cuidado la situación.

Mientras, Chica Metálica, Metaboy y Águila, comenzaban a encargarse del trabajo de buscar refugio a los habitantes de Windham. Sus habilidades en este momento no eran necesarias en combate por lo que la evacuación era en lo único que podían ayudar. Liebre, mientras, apenas comprendía lo que estaba pasando. Sentía como la brisa cálida formada por lo héroes, chocaba contra otra corriente fría, traída por el Elemental. Sintiendo como todo a su alrededor era jalado por la ferocidad del viento, dio aviso a sus compañeros. Se había formado un verdadero Tornado.


España, Europa.

Mientras los miembros del R-Team asistían al Hombre de Fuego, Toro Negro se lanzó en contra de la figura ígnea. El héroe español pasó de largo, al no encontrar un punto de apoyo. Las quemaduras en su piel fueron leves, pero se sintió impotente ante la forma de la “dama de fuego”.

- Es mi hermana, la Mujer de Fuego – dijo Justin al R-Team que lo rodea.

- ¿Estás seguro? La Mujer de Fuego nunca intentaría acabar con un poblado – se cuestionó Booble.

- Es ella. Está bajo un tipo de control o algo. Ella… desapareció… hace unas semanas, salvando mi ciudad, mientras nos enfrentábamos a Espuma.

- ¿Quién? – preguntó Centella.

- Nadie importante… ahora hay que tratar de que reaccione.

- Ya escucharon chicos, maniobras de contención – gritó Booble a su equipo.

Justin trató de cambiar a su forma ígnea, pero no pudo, ya que sus poderes se veían debilitados por la presencia de la Elemental del Fuego. Nuevamente lo intentó, esta vez con más esfuerzo, y lo logró, pero a duras penas, ya que estaba muy cansado y herido por el enfrentamiento con su hermana.

- Yo iré a hablar con ella – dijo Justin, cuando se elevó en dirección a la Elemental.

- Pero… acabas de ser dañado por “eso” – comentó Miracle, mientras el Hombre de Fuego se elevaba.

- No quiere aceptar la realidad - dijo Arbalète – No lo hará hasta que sea demasiado tarde.

II

Los Centinelas estaban en un dilema: ¿cómo continuar? La duda los hizo dudar de su misión, pero fue Animal el primero en dar ideas.

- Neutrón, debemos usar tus poderes nuevamente, hay que sacar esas criaturas de ahí.

- No puedo Animal… cualquier error y puede que convierta el poco aire que tenemos en una trampa mortal.

- ¿Pero como hiciste lo anterior? – interrogó Guardián Nocturno.

- Sólo porque era de vida o muerte. Es que… si utilizo mis poderes sobre las partículas, me acerco cada vez más a mi propia muerte.

La comprensión se hizo notar, ya que nadie continuó insistiendo en la idea. Entonces, Delta intervino.

- Intentaré abrir otro camino, que se conecte con el principal. Puede que evitemos a esas criaturas que describió Balam.

- Pero, ¿cómo? Si ni siquiera sabemos cómo es este lugar – se inquietó Mindreader.

- Puedo crear un mapa, como los murciélagos, esperen un momento – dijo Animal, mientras se acercaba al agujero y daba un grito, apenas audible por Balam. Pasaron unos segundos, y Animal regresó con sus compañeros.

- ¿Qué pasó?

- Sólo son unos metros, luego el camino se ensancha. Puede que el camino continúe libre.

Delta, con sus poderes sobre los elementos, comenzó a liberar de tierra un camino alternativo, para evitar el contacto con las asquerosas criaturas. La toxicidad del lugar impedía que la vida humana pasara por ahí.

Luego, los Centinelas continuaron con su camino, directo al centro de la tierra.

III

Zimbabwe, África.

Con la dramática llegada de Ultra Force, comenzaron a establecerse estrategias para detener al “gigante de piedra”. Amo de los Espejos se reunió con Prototipo.

- Uf, gran aterrizaje, ¿no? – preguntó, sarcástico, el líder de Ultra Force.

- Y que lo digas. Luego me enseñas unos trucos – contestó el defensor africano – Ahora debemos enfocarnos para detener esta criatura.

- Según los reportes, no sólo es aquí donde hay problemas. En otros lugares del mundo se han presentado criaturas similares a ésta, así es que no podemos disponer de mucho personal.

- Entonces debemos pelear.

El Amo de los Espejos dio una orden visual. Ultrabot tomó su modo vehículo, y comenzó a rodear al Elemental, mientas que Halcón Dorado dejaba caer unas cuantas cargas explosivas. Cuando Ultrabot se alejó, después de colocar cargas en la base del monstruo, el Amo de los Espejos presionó el detonador, causando daños aparentes al Elemental de la Tierra.

- Esta tierra no necesita más de ustedes – dijo el enorme Elemental, con voz profunda y tronante, desde el polvo de la explosión. Luego comenzó a rearmarse, más grande que antes.

- Creo que necesitamos refuerzos – insinuó Scream al líder de Ultra Force.

- ¡Maldición! Cuando tienes razón, tienes razón – dijo el Amo de los Espejos.

El héroe comenzó a buscar un espejo en su cinturón. Al encontrarlo, hizo contacto con Ultrabot.

- Richard, usa la línea segura. Haz contacto con Lady Star, dile que es urgente.


Indonesia, Oceanía.

- Y Shark aún no ha regresado del mar – comentó Shaman.

- Si, me tiene preocupada. Shark siempre está en comunicación, pero algo debe haberlo desconcentrado.

El desánimo se apodera de la líder de los Defensores Unidos, cuando ve que el Elemental del Agua arremete en contra de la costa, arrasando con el puerto. Sólo pudo generar barreras psíquicas, e intentar que Quasar lo detuviese, pero tras un ataque del defensor canadiense, el Elemental se recreó, con la infinidad de océano.

En eso, Lady Star sintió que alguien pedía ayuda. Era la señal psíquica de ayuda conocida sólo por los defensores más antiguos y experimentados: sólo unas pocas personas conocían el código mental para contactar.

- Lady Star, soy Richard Butler, Ultrabot. El Amo de los Espejos solicita refuerzos. La situación en Zimbabwe lo requiere.

- ¿Por qué no me contactó él? – preguntó mentalmente la heroína a Ultrabot.

- Ya sabes, no le gusta que estén en su cabeza, y esas cosas.

- Ok, veremos qué es lo que podemos hacer por ustedes. Cambio y fuera.

- El Amo de los Espejos no pediría refuerzos si es que no los necesitaran realmente. La situación es mucho más grave en África – dijo Lady Star a Shaman - Pero, ¿a quién le envío?

- Creo que hay alguien que pude ayudar más allá que acá – contestó Shaman, pensando en el nombre del candidato perfecto.

IV

Con el nuevo camino completo, los Centinelas siguieron caminando hacia lo desconocido. Ante sus ojos, los túneles subterráneos se extendían por todo el trayecto.

- Estos túneles no los hizo Gaia – cometa Guardián Nocturno – Tiene aspecto de ser hecho por criaturas que viven aquí desde hace mucho tiempo.

- Topos, Guardián. Los túneles los hicieron topos – dijo Animal sin mirar, mientras continuaban avanzando.

- ¿Topos? ¿Del tamaño de un camión? – preguntó el Doctor Neutrón.

- Nadie sabe lo que puede ocurrir a esta profundidad, Doctor. Es mera adaptación, sino pregúntele a Darwin - comentó Guardián Nocturno, igual de sorprendido

Balam y Animal se pusieron inquietos repentinamente, tras escuchar algo. Hicieron callar a los demás Centinelas, mientras observaban hacia la oscuridad de los túneles cercanos.

- Escuché algo acercarse – comentó Balam, en voz baja.

Un grito hizo girar a los Centinelas hacia Delta, quien se había visto de frente con un topo de exageradas dimensiones. El pobre animal, al verse asustado por el grito de la mujer, no hizo más que… ¡atacar!

V

- Tranquilo, amigo – intervino Animal entre el gran topo y la heroína egipcia - Delta, trata de no gritar a la próxima, sus oídos están un poco más desarrollados, todo es un sonido molesto para ellos - dijo Animal, mientras se acercaba y la acariciaba.

- Pero… apareció de repente.

- Ok… Necesitamos ayuda amigo – habló Animal con el topo.

- ¿Animal puede hablar con los animales? – le preguntó Guardián Nocturno a Mindreader.

- Creo que si – contestó, igual de descolocado que su compañero Centinela.

- El topo dijo que podíamos seguir esos túneles y contactar con el gran camino, como lo llama ella – comentó con los otros Animal, luego de dejar que el topo continuara con su camino.

Todos miraron con extrañeza a Animal, que los sorprendió con su habilidad.

- ¿Desde cuándo hablas con los animales? – preguntó Delta.

- Desde que tengo memoria. No lo sé… se me hace fácil… puedo usar sus habilidades, por lo que creo que es normal que pueda comunicarme con ellos – dijo Animal – Pero lo principal es que debemos continuar, el centro de la tierra nos espera.

VI

En la superficie, en tanto, todos los héroes están pendientes de la amenaza que representan los Elementales. En Europa, la situación no era diferente.

- Hermana, por favor… entra en razón – dijo el Hombre de Fuego, tratando de convencer a su hermana – Sabes que esto está mal.

- Pues intenta detenerme, humano – contestó la Elemental.

Justin quedó helado. Nunca pensó en escuchar eso de su hermana. Se dio cuenta que debía elegir: Era ella, o dejar que continuase lastimando a gente inocente. Justin juntó valor y energía, y su forma ígnea creció, superando su propia piel. Se lanzó en contra de su hermana, con llamaradas de fuego, en forma de brazos, para detener su continuo avance hacia los civiles.

- Me hiciste escoger, hermana – dijo al fin Justin, al ver que podía combatir momentáneamente fuego con fuego – Es… es lo que hubiera hecho George.


Zimbabwe, África.

En esos mismos instantes, pero en el continente Africano, el Elemental de la Tierra está destrozando casas, e impidiendo que los sobrevivientes a los derrumbes puedan escapar.

- ¡Demonios! Lady Star ya debe haber enviado refuerzos – maldijo el Amo de los Espejos.

- Creo que tenemos los refuerzos que esperábamos – respondió Prototipo, mirando al cielo.

Desde las alturas bajó a toda velocidad una figura roja, que dejó una estela de luz a su paso. Como si midiera kilómetros, la figura chocó de frente contra el Elemental de la Tierra, quien se desmoronó por completo.

- ¿Y quién es ese? – preguntó Estrella Fugaz a su líder de grupo.

- Es todo lo que necesitábamos – contestó el Amo de los Espejos, con una sonrisa.

- Soy Quasar. ¿Quién está a cargo?


Continúa...
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