13.5.09

Star Crusade: Tercer Contacto

“Contactos” (3 de 3)
Historia: Rodrigo Roa.

I

Los acordes sonaban fuertes en los amplificadores, y la gente vibraba ante el sonido de la música. Las luces generaban un ambiente ideal para disfrutar del concierto, y tanto los espectadores como quienes estaban sobre el escenario, lo estaban haciendo al máximo.

El tema que tocaban terminó, y el vocalista de la banda hizo una pausa, tomó el micrófono, y con calma, habló a la multitud.

- ¡Cómo está el ambiente! – y tras escuchar la respuesta de la multitud, expresada en un gran grito, prosiguió – La siguiente canción será muy especial… Quizás no sea lo que suelen escuchar de nosotros, pero se la quiero dedicar a alguien muy especial… Susan, para ti.

La gente aplaudió, con cierta emoción, y luego los acordes del nuevo tema comenzaron suavemente. En un rincón, Susan miraba y escuchaba al hombre que más había amado en su vida.

En un rincón de su corazón, sin embargo, tenía miedo. Temía a que la fama transformara al Will Bowman que conocía, y se preguntaba si estaría preparada para que llegase ese momento.

El concierto prosiguió, y la gente vibró cada nota. Una vez que terminó, Will Bowman se fue a sus camerinos junto a su banda, y se sentaron a descansar. Se felicitaron por su éxito, y bebieron y rieron por varios minutos.

De pronto, un grupo de fanáticas entraron al salón, y repentinamente se abalanzaron sobre sus ídolos. Una de ellas tomó a Will con fuerza, y lo besó frenéticamente.

En ese exacto momento, Susan entraba al camerino, y sus ojos vieron la escena. De inmediato salió corriendo, con lágrimas en sus ojos, y el corazón roto. Deseaba estar en otro mundo, o lo que fuese, pero no tener que sufrir por haber visto exactamente lo que más temía, ocurrir frente a sus ojos.

II

Los recuerdos que Will y Susan tenían eran los más hermosos de sus vidas. Su romance era mágico, especial, único. Podían pasar horas sólo mirándose y descubriendo al otro. Podían hablar de cualquier tema y se entendían. Incluso, cuando tenían problemas o conflictos, la armonía que existía entre ellos afloraba y superaba cualquier oscuridad.

Todo era tan perfecto en su vida, juntos, que daba miedo. Ambos sabían que se amaban, pero no podían evitar pensar en cómo sería el día en que las cosas dejaran de ser perfectas. ¿Serían lo suficientemente fuertes? ¿Sería su amor lo suficientemente fuerte?

Will siempre disfrutaba de aquellas noches en que veían las estrellas juntos, cuando Susan le hacía la misma pregunta, que él respondía, siempre con una idea distinta, y la hacía reír.

- ¿Te imaginas si pudiésemos alcanzar las estrellas, y traerlas hasta aquí? Podríamos regalárselas a quien quisiéramos. ¡Eso sería genial!

- Técnicamente… eso no sería muy bueno – respondía Will, riendo – Si las estrellas llegasen a la Tierra, sería el fin… la gravedad, la energía, la luz, el calor, y todo eso.

- Jajaja… - reía también Susan – ¡Nunca me dejas soñar! Siempre tan práctico tú…

Sin embargo, Will soñaba tanto como la chica. Soñaba con estar siempre junto a ella, tener una carrera exitosa en la música, viajar por el mundo, juntos, y darle a Susan todo lo que la hiciera feliz. Sentía que era capaz, incluso, si se lo pedía, de bajar una estrella para ella, tal como lo soñaba.

III

En el espacio, la Policía InterPlanetaria trabajaba duro. Ya eran pocos los cristales de Cor que aún quedaban en el sector de los planetas exteriores del Sistema Solar.

Una patrulla recorría el resto del Sistema, revisando cualquier anormalidad que pudiese surgir. Las StarBoxes estaban prácticamente llenas, y todo era supervisado por Overtaker, que se mostraba tranquilo ante todo esto.

- Buen trabajo, muchachos – les dijo – A esta velocidad, lograremos recolectar todo en poco tiempo, y podremos seguir adelante.

De pronto, la patrulla se comunicó con el Comandante de la Policía. Overtaker los escuchó.

- Señor, no quisiéramos alarmarlo… Pero me temo que nuestros sensores detectan un objeto moviéndose a gran velocidad… en dirección a la Tierra.

- ¿Saben lo que es? – preguntó Overtaker.

- No, señor… Nuestra nave no fue capaz de darle alcance, y no tenemos visibilidad de ningún cuerpo… es extraño… Sea lo que sea, o es demasiado rápido… o demasiado pequeño…

Overtaker se alarmó. Lo único que respondía a esa descripción… era un cristal de Energía Cor. Rápidamente, dio órdenes a sus hombres para que pusieran cuidado en su trabajo, y montándose en su motocicleta espacial, voló a toda velocidad hacia las coordenadas que la patrulla le había descrito: la Tierra.

A la distancia, atraído por la gravedad de los planetas, el rumbo que había tomado el pequeño cristal lo llevaba directo hacia el único mundo habitado del Sistema Solar, justo el planeta que el Consejo quería dejar completamente fuera de esto, para evitar nuevos conflictos que le afectaran a un mundo tan golpeado.

Acelerando al máximo, en una persecución desesperada, Overtaker logró ver el brillo del cristal, pero parecía que no lo alcanzaría. Al poco rato, ya veía al planeta azul frente a sus ojos, y seguía en una carrera contra el tiempo.

Poco después, el cristal ingresaba a la atmósfera terrestre, y Overtaker presionaba su vehículo al máximo. Le quedaba una sola oportunidad, y si no lo lograba… ¿qué consecuencias podría tener?

IV

Esta noche bajo las estrellas era muy distinta a las otras de sus recuerdos. Susan había corrido hasta la colina donde solían estar juntos bajo el cielo nocturno. Will la siguió de inmediato. Sabía que este era uno de esos momentos que ambos temían.

Susan estaba llorando. El rockero trató de calmarla, y le extendió un pañuelo, pero la muchacha no quería aceptarlo. Will no sabía cómo empezar a hablar, pero lo intentó igual.

- Susan… no es lo que parece – dijo, tímidamente – Esas chicas… entraron, y ella… sólo…

- No trates de explicarlo, que se oye peor – lo interrumpió la chica – Yo… no sé, Will. Imaginaba que algo así podría pasar… Y sé que no será la última vez que pasará… Estoy confundida.

- Pero, Susan… Tú sabes que te amo a ti, y nada más…

- Es que, Will… entiéndelo – trató de explicar Susan – La vida de éxito que estás comenzando… habrán tantas tentaciones, tantas posibilidades… y tengo miedo de que lo que elijas, esté por sobre mi.

- Susan… - dijo el chico, mientras sus ojos se humedecían – Tú sabes que yo sería capaz de bajar una estrella del cielo por ti…

- No esta noche, Will…

Se hizo un silencio, y la mujer, que lloraba, miró el horizonte. Su cariño por Will no había desaparecido, pero creía que debía pensar tantas cosas…

- Will… Creo que será mejor que nos demos un tiempo… para pensar… Necesito sacar este miedo de mi. No quiero pensar que no siempre seré importante para ti, así como tú lo eres para mi…

El muchacho no tuvo más respuesta. Tenía miedo de lo que podía pasar, y se quedó petrificado allí, sin saber qué hacer ni decir.

- Será mejor que me vaya, Will. Cuídate mucho… volveremos a hablar cuando sea el momento indicado… - y Susan se dio media vuelta, y comenzó a caminar rápido, para que su amado no viera las lágrimas que brotaban de sus ojos.

Mientras Will Bowman se quedaba perplejo en esa colina, donde había tantos recuerdos hermosos, pensando en lo que había sucedido y tratando de sobreponerse, un gran brillo iluminaba el lugar, anunciando que una estrella sí había bajado del cielo esa noche…

V

Overtaker traspasó la atmósfera a tal velocidad, que su motocicleta perdió algunos trozos del metal que la recubría. Él mismo sintió el calor abrazándole, y el dolor de su piel quemando. Sólo el campo de fuerza de su vehículo lo protegió.

Pero no había tiempo para preocuparse de eso. El pequeño cristal estaba un par de kilómetros adelante de él, y ya no le quedaba tiempo para detenerlo.

Las nubes de la atmósfera terrestre taparon su visión, y sólo un gran brillo se veía a la distancia. Overtaker aceleró por última vez, pero cuando se acercó lo suficiente a la superficie, se detuvo bruscamente, sorprendido.

Era demasiado tarde. El cristal de Energía Cor había impactado, pero no exactamente en la tierra. Frente a él, se elevaba una figura brillante, que despedía luz y energía desde sus ojos y manos. Will Bowman había sido transformado, y la misión de Overtaker había fracasado.


Continúa en "Cruzada Estelar #1"...

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