31.1.09

Blackbird #3

Gift & Curse (3 de 6)
“The Curse” (Parte 3 de 3)
Historia: Rodrigo Roa.

I

Sophie parecía haberse rendido. No era común que lo hiciera, pero esta vez no veía escape. Con Blackbird derrotado, ella, la ciudad, y quizás el mundo entero, estaban en manos de Void. Si hubiese podido, le hubiese abofeteado la cara, pero ni siquiera podía moverse.

- Puedo ver la belleza que el vacío le daría a este mundo, Sophie… - decía el villano - ¿Te imaginas? Tener el mundo “en cero”, para hacerlo de la forma que quiera… No imagino nada más hermoso…

La chica escuchaba, y no podía creer que existiera alguien que realmente tuviese una intención como esa. En su infancia y juventud había oído de tipos como Diamante o Lord Skull, con objetivos igual de oscuros, pero también había visto como el Capitán Cometa los detenía una y otra vez. Sin embargo, nunca había estado tan cerca de uno de ellos. Ahora, Void la tenía a su merced, y no había nadie allí que pudiese detenerlo.

- ¿Por dónde empezaré? – Void continuaba su monólogo.

Sophie miraba constantemente hacia el lugar donde había caído Blackbird. El defensor no se levantaba, y uno de sus brazos demostraba que aún se encontraba entre los escombros. Pero de pronto, Sophie miró, y no vio el brazo. Sorprendida, miró en todas direcciones, pero no vio ningún movimiento. Entonces, decidió hacer algo para que el tiempo pasara, por si eso permitía algún milagro.

- Void… quizás deberías pensar mejor tu plan… verás… ¿Cómo pretendes vaciar todo un mundo, si ni siquiera conoces todo lo que hay en él? Hay tantas emociones, y cosas inexplicables…

El villano la miró con curiosidad, y se volvió a acercar.

- A ver, mujer… dime más de eso.

- Eh… Yo… creo que primero deberías conocer lo que pretendes vaciar… Quizás no te imaginas….

- ¡Imaginar! – gritó el villano - ¡Imaginar es una de las estupideces a las que me refiero! No necesito saber lo que existe en este mundo, porque lo que ya conozco me parece tremendamente insulso… ¡El vacío es lo único que merecen, estúpidas criaturas!

Pero en ese momento, el silencio del lugar llamó la atención de Sophie. Escuchaba el canto de unos pájaros a lo lejos, y se iban haciendo más y más intensos. Mientras el ruido se hacía más fuerte, el villano se levantó, y en ese momento, abrió ampliamente sus ojos, justo cuando escuchó con fuerza, el furioso grito de un hombre.

- ¡¡¡Void!!!

II

Apenas el villano se giró, Blackbird cayó sobre él, tras el gran salto que había dado desde la cornisa del edificio. Mientras Sophie distraía a Void, el defensor había reaccionado, se había levantado y había subido rápidamente, para sorprender a su oponente.

Al caer, venía rodeado de la energía negra que surgía de su cuerpo. La gran aura que le rodeaba demostraba que sus emociones se manifestaban ampliamente. En el interior de Blackbird predominaba la furia, y estaba dispuesto a usarla contra su enemigo.

Apenas estuvo lo suficientemente cerca, Blackbird golpeó fuertemente a Void, y de inmediato siguió con un potente rayo de energía que lo lanzó al otro lado de la azotea donde se encontraban. El defensor se dirigió hacia donde estaba Sophie, aún atada, y comenzó a liberarla, antes de que el villano se recuperara.

Sophie quedó libre, y miró con curiosidad al defensor. La máscara de éste no dejaba que viera su expresión, pero por su semblante, le pareció que no quería establecer ningún tipo de comunicación con ella… casi como si fuera por timidez. La chica lo siguió observando, hasta que el defensor habló fríamente.

- Será mejor que te vayas ahora. Yo me encargaré de este tipo…

- ¿Estás seguro? ¿No necesitas ayuda? Quizás…

- ¡Sólo vete! No quiero que corras peligro, así que huye lo más lejos que puedas, y yo me encargo de él – le dijo Blackbird, para cerrar el diálogo.

La chica lo miró por unos segundos, y le pareció que el defensor era confiable. Así que buscó una salida con su vista, y corrió hacia ella, para bajar lo más pronto posible de ese edificio.

Blackbird volvió a fijar su atención en Void. El villano ya se había levantado, pero no había hecho nada para detener a Sophie.

- No has solucionado nada liberando a esa muchacha, Blackbird. Te recuerdo que desde ahora en adelante, cada persona que se acerque a ti, será presa de tu maldición. ¡Perderás a todos quienes te importen! ¡Tú estás maldito, Adam Johnson!

Escuchar de nuevo esto, hizo que un escalofrío recorriera el cuerpo del joven defensor. Void podía arruinar su vida con sólo proponérselo… ¿Sería verdad que estaba condenado a perder a todos quienes se acercaran a su vida como Blackbird o como Adam? ¿Realmente Blackbird les llevaría una maldición a sus vidas?

- ¡Cállate, Void! No te dejaré dañar a nadie…

Y apenas dijo esto, Blackbird concentró su energía y lanzó un poderoso ataque, que Void apenas logró evitar. Sin embargo, el defensor no se detuvo y se abalanzó sobre el villano, golpeándolo un par de veces, las cuales Void respondió con ataques de energía que también golpearon al joven.

Una y otra vez se lanzaron golpes y rayos de energía, que los fueron debilitando. Pero la batalla no cesaba, y ninguno de ellos tenía la intención de perder.

III

Sophie bajó rápidamente las escaleras, y luego tomó el ascensor que la llevó hasta el primer nivel del edificio. Una vez que estuvo a nivel de la calle, se alejó un poco, pero luego se volvió a mirar hacia la azotea. Con el alboroto de la lucha en lo alto del edificio, mucha gente se había apostado en la parte baja, curiosa de lo que ocurría. Desde allí, se veían poderosas descargas de energía, y de vez en cuando, trozos de concreto caían sobre los curiosos. La policía también comenzaba a llegar a poner orden, y al ver allí a Sophie, se acercaron a protegerla.

Poco rato después, Matt también llegó allí, ya que él había sido quien advirtió a la policía.

- ¡Sophie! – exclamó, mientras corría a abrazaba - ¡Qué bueno que estás bien! ¿Qué pasó?

- Larga historia, Matt… Pero Blackbird me ayudó. ¡Y ahora está allá arriba, combatiendo con ese tal Void!

Los muchachos miraron hacia arriba, al igual que todos los presentes, ansiosos por saber el resultado de la batalla.

En lo alto, el combate no se inclinaba por ninguno de los dos. Ambos estaban dañados, pero ambos continuaban con la fuerza suficiente para seguir enviando ataques de energía, golpes de puño y patadas. Blackbird comenzaba a acostumbrarse a usar sus emociones, y sus descargas tenían el poder de su furia y su miedo combinados. Void, por su parte, usaba una extraña energía de alto poder destructivo, y con el toque de ella, algunas cosas se desmaterializaban y desaparecían para siempre, aunque al parecer no funcionaba con todo. De esta energía parecía estar formado todo su cuerpo.

- La vida de todos los seres humanos está vacía en el fondo, Blackbird… ¿No lo ves? Y aunque tú intentes llenarla con todas estas personas “importantes”, no serán sino artificios para parchar tus carencias… ¡Todo es tan artificial entre los humanos!

Blackbird no quería escuchar más, porque tenía miedo. Sentía que su vida realmente podría quedar vacía si dejaba que este tipo ganara… Pero en realidad, ¿no era ya vacía? ¿No estaba acaso construyendo una vida ficticia para encajar en el mundo?

Pero en ese momento, Blackbird pensó en Sophie. No sabía por qué, pero no podía dejar que ella se fuera de su vida. Necesitaba saber que alguien como ella existía, y tenerla cerca. Ella había sido su inspiración y por ella estaba luchando ahora.

Y mientras Sophie ocupaba los pensamientos del joven defensor, Void se acercó, lo tomó de los brazos con fuerza, y una extraña energía comenzó a fluir.

- Este será el final, Blackbird. Eres fuerte, pero aunque mi poder no pueda hacer que te desmaterialices, tengo otras capacidades – dijo el villano, confiado - Drenaré tu energía vital, hasta dejarte completamente vacío, tal como todo el mundo lo estará pronto… ¡Serás el ejemplo de lo que merecen todos! ¡¡Y así pagarás por humillarme ante Logos!!

Blackbird se sorprendió, y sintió un gran dolor. Le costaba enfocar su mente, pero un solo pensamiento no se iba de allí… tenía que proteger a Sophie, no podía perderla… Sophie… ¡Sophie!

De pronto, Void vio sorprendido como Blackbird no tenía los pies en el suelo. Se había elevado un par de metros, y con él, Void también. Y la energía que surgía del cuerpo del joven defensor era distinta.

- ¡¿Qué haces?! – preguntó el villano, confundido - ¿Por qué siento esto?... ¡Detente!

Void sentía como la energía que trató de drenar lo superaba. Ya no había furia ni dolor ni miedo… había algo completamente nuevo dentro de Blackbird. Y a pesar de que el villano planeaba “vaciarlo”, lo que estaba obteniendo era muy distinto, y no sabía si podría soportarlo.

Blackbird no podía sacar a Sophie de su mente. Y cuando se dio cuenta de que esta emoción completamente nueva le estaba haciendo daño a su enemigo, la dirigió con más potencia hacia él, mientras sus pies se seguían alejando del suelo.

- Si estás hecho de vacío… ¡me encargaré de llenarte! – dijo Blackbird, y con un último esfuerzo, envió toda su energía hacia el villano, que gritó de dolor.

Luego, el villano cayó, y Blackbird, agotado, pero aún lleno de poder gracias a esta nueva emoción, dejó de flotar, y bajó hasta quedar parado frente a él.

- ¿Qué… qué me has hecho? – preguntó el villano - ¿Qué es esto que tengo dentro de mí…? Jamás había sentido esto… es tan… extraño… indefinible… ¿qué es?

- Es una muestra de que los seres humanos estamos llenos de algo que tu no conoces, algo mucho más grande y poderoso que cualquier vacío.

- Los seres humanos… son muy interesantes… - dijo Void – … Nos volveremos a ver, Blackbird… pero antes… debo entender… - y cuando terminó de decirlo, abrió un portal, y el villano desapareció en él.

IV

La gente que observaba desde la calle no supo que pasó, sino que sólo vio como repentinamente las descargas de energía y la caída de escombros se detuvo, y no hubo más ruido que el canto de los pájaros.

Sophie tuvo la intención de subir, pero ella misma se detuvo. ¿Por qué habría de ir, si ni siquiera conocía a Blackbird? Sólo deseó que estuviese bien, porque la ayudó arriesgando su propia vida, y ya había demostrado su valor, actitudes que lo hacían merecedor, según ella, de ser llamado “héroe”. Así, a todo aquel que le preguntaba que había pasado exactamente, Sophie le respondía con seguridad, “Blackbird me salvó”.

La gente comenzó a volver a sus actividades normales. La policía subió hasta la azotea del edificio, pero no encontraron a nadie allí, y sólo vieron la destrucción que había dejado el combate. Junto a Matt, Sophie regresó a su casa, feliz de estar a salvo, pero con una gran inquietud en su corazón. ¿Habría sobrevivido Blackbird? ¿Por qué se preocupaba tanto de él, si su interacción había durado apenas unos segundos?

La muchacha estaba segura de que lo volvería a ver, así que se tranquilizó y siguió su camino a casa, donde sus padres la esperaban con alegría.

V

Más tarde, a una gran distancia del lugar del combate, Adam Johnson estaba sentado en lo alto de una montaña a las afueras de la ciudad, con la máscara de Blackbird en sus manos. No podía evitar pensar en todo lo que había perdido, a pesar de ganar la pelea. Void conocía todo acerca de su vida y su identidad, y tenía razón cuando decía que podía tenerlo a él y a las personas importantes para él, en sus manos, en cualquier momento. ¿Podría vivir con ese riesgo? ¿Podría poner más personas en peligro? O en cambio, ¿debería vaciar su vida para evitar perder a quienes le importaban?

Sophie, Matt, Christian, Cat… todos ellos, y todos aquellos con quienes pudiera relacionarse en el futuro, estarían en peligro instantáneamente, sólo por relacionarse con él. Ni Adam Johnson ni Blackbird podrían estar tranquilos nunca más en su vida, y él no podría perdonarse si algo le pasaba a alguien por su culpa.

- Realmente, ser Blackbird es una maldición – dijo en voz alta, mientras observaba su máscara – ¿Debo renunciar a todo lo que podría tener en mi vida, sólo para no sentir el dolor de perder lo que tenga?

Adam miró el horizonte. La tarde parecía ser más triste con el atardecer, y la energía que manifestaba en ese momento su cuerpo, era silenciosa e inofensiva…


Fin de la primera parte.
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Intermedio.

Anochece en Angalileo, y las calles se llenan de luces artificiales. La mayoría se retira hacia sus casas, a terminar el día y prepararse para comenzar otro. Pero no todos tienen la misma suerte. Un vagabundo recorre los callejones, buscando tesoros que para otros son basura. De pronto, en uno de los contenedores, algo brillante llama su atención… Lo toma y lo mira con atención… parece ser una especie de corona… ¿Qué haría eso allí?

- “Eso” que tienes ahí, me pertenece. Será mejor que quites tus sucias manos de ella, me la devuelvas y te arrodilles frente a mí – le dice una voz distinguida y potente.

- Já… ¿Quién es tan importante, qué me habla así y me pide que haga eso? – dice irónicamente el vagabundo, mientras se da vuelta para ver el origen de la voz.

Frente a él, se erige un hombre alto, de estatura respetable, vestido con un traje lujoso pero no tan amplio, aunque lleno de adornos. Su apariencia confunde, ya que es moderna pero a la vez, evoca la gloria de algún reino del pasado. Sin embargo, para el vagabundo, no es alguien que deba ser tomado en serio.

- Já… amigo… no es que yo sepa mucho de moda, sobre todo si te fijas en como ando vestido… pero créeme… ya nadie usa esos… trajes… Jajaj… ughh… - la última risa estuvo acompañada por una toz llena de sangre. El hombre de la ropa lujosa había usado una larga vara, que parecía de oro, para atravesar el pecho del vagabundo. Luego de sacarla de su cuerpo, el vagabundo se desplomó y no respiró más.

El sujeto tomó la corona de las manos del vagabundo, y la puso en su cabeza. Miró el cadáver con furia, y lo escupió. Mirando el horizonte, infló su pecho, y habló con su voz llena de altanería.

- Ha llegado la hora de que esta ciudad y el mundo me respeten como lo merezco. Nadie me insulta como tú lo has hecho, asqueroso trozo de basura humana. Ha llegado la nueva era… la era en que todos se arrodillarán ante The King…


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